
Muchas personas creen que con el fin de tener una conversación con
un hablante nativo, tienen que ser absolutamente fluido en su idioma.
Yo misma, junto con el resto de mi clase de español, he demostrado
que es posible tener una conversación con un hablante nativo, sin
que uno sepa hablar fluido en su idioma.
Mi amigo de la infancia, Javier Martín me ayudó a completar este proyecto. Él y yo fuimos amigos inseparables. Solíamos ir a la misma primaria y parte de la escuela intermedia. Solía vivir en el condominio lo mismo que yo, y así es como fuimos inseparables. Solíamos caminar juntos a la escuela y regresábamos juntos también. A lo largo de nuestros años de primaria y secundaria siempre nos colocaban en el mismo salón de clases.
Después de la escuela, Javier, (o como yo siempre le
llamó Javi) siempre venía a mi casa a cenar y él terminaba
haciendo la tarea en mi casa también. Durante los fines de semana
siempre me llamaban y me dicían que había que ir al parque (que
estaba al otro lado de la calle) para jugar. Como vivía un piso
debajo de mí, él siempre venía a mi casa, y entonces siempre
nosotros caminábamos juntos.
Cuando llamé a Javier, para
preguntarle si le gustaría hacer este proyecto conmigo, no dudó en
decir que sí, que era como los buenos viejos tiempos, él estaría
en mi casa en unos minutos. Yo sabía que siempre podía confiar en
él, sea cual sea la situación.
Mi amigo de la infancia, Javier Martín me ayudó a completar este proyecto. Él y yo fuimos amigos inseparables. Solíamos ir a la misma primaria y parte de la escuela intermedia. Solía vivir en el condominio lo mismo que yo, y así es como fuimos inseparables. Solíamos caminar juntos a la escuela y regresábamos juntos también. A lo largo de nuestros años de primaria y secundaria siempre nos colocaban en el mismo salón de clases.


¡Escuche nuestro conversación aquí!
Javier Cordoba Martín